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La vida es uno de los regalos más especiales que tenemos que celebrar, pero no justamente con grandes fiestas y vestidos de gala, se trata de abrazar, agradecer y vivir a plenitud cada instante.

En la fundación hemos aprendido  a valorar  esos  momentos y fue eso lo que llevó a un grupo de voluntarios, a iniciar una travesía el pasado sábado desde el Hogar Santa Rita de Cascia hasta Casa de los Ángeles en Tocancipá, con el fin de regalar un día especial a Lulú, una de nuestras niñas quien además estuvo acompañada de tres de sus hermanitos del hogar para celebrar su cumpleaños.

La logística incluía movilizar a los niños junto a dos enfermeras, llevar sillas de ruedas y por supuesto todo lo necesario para la celebración. La alegría y emoción de cada pequeño se reflejaba  en sus ojos y se  visualizaron en cada rincón de Casa de los Ángeles y  por supuesto también, en sus beneficiarios; pero este recorrido tenía un lugar especial que los esperaba con ansias, el “Hogar Amparo de Ángeles”, el sueño en construcción que será el nuevo hogar para niños como Lulú,  a quienes tenemos la misión de cuidar, las 24 horas de los  los 365 días del año.

Con un letrero de bienvenida en la obra fue recibida la linda cumpleañera y justo ahí fue cuando pudimos afirmar el valor de este hogar, los gritos de alegría invadieron cada espacio y fueron motivos suficientes para saber que cada espacio tendrá un propósito y que la base de este hogar se ha construido gracias a los ángeles donantes que se han venido sumado a través de sus aportes.

Durante un día lleno de abrazos, sonrisas y comida deliciosa, comprendimos que nuestras vidas transcurren muchas veces en medio de acontecimientos rutinarios que ocupan horas y días, pero nos hemos puestos a pensar ¿Cómo es la rutina de aquellas personas que han estado postradas en la cama durante toda su vida? El amor y compromiso de los voluntarios que acompañaron a cada niño nos enseñó una forma de dar un giro a nuestras propias vidas y a la de otros, este día no solo permitió cambiar la rutina de los voluntarios y acompañantes, también brindó un día diferente a estos 4 pequeños valientes, incluso se logró el objetivo principal: celebrar la vida viviendo cada minuto con plenitud.

Gracias a los voluntarios, padrinos, colaboradores por hacer de esta celebración el mejor día, pero sobre todo por su amor y compromiso a nuestra misión.