Temas como la salud mental, vacíos emocionales, atención, derechos, trabajo en equipo y convivencia han sido entre otros los temas abordados por Ana Camila Ramírez, nuestra practicante de trabajo social de la U. Externado, bajo el liderazgo de nuestra profesional Angie Rodríguez, para mejorar las relaciones y calidad de vida de los adultos mayores en condición de calle beneficiarios de la Fundación Proyecto Unión.
Gracias al trabajo que realiza el área psicosocial para los beneficiarios de los programas Comedor María es mi Madre y Casa de la Esperanza, ubicados en el centro de la capital se ha logrado evaluar el conocimiento que tienen los abuelitos de sus derechos y lugares de atención, las diversas situaciones que atraviesan para vivir cada día y así mismo reflexionar sobre la importancia de una convivencia sana y manejo de situaciones de conflicto al interior de Casa la Esperanza, un hogar de paso que alberga actualmente 40 abuelitos, para que no vivan en la calle.
El trabajo social que se realiza en pro de esta población no es sencillo, ya que son muchas las necesidades de cerca de un centenar de abuelitos que quedaron solos en esta etapa de sus vidas y cada día se presentan situaciones delicadas, como el tema de salud que aqueja a un gran número de ellos, sin embargo, el hecho de tener a alguien que los escuche, les aconseje, les regale un saludo o una sonrisa como lo hace Ana Camila, es suficiente para alegrarles la vida. La dedicación, el cariño y la camaradería con que ella trata a los abuelos ha sido fundamental para lograr los objetivos propuestos.
Gracias a esta práctica de trabajo social que comenzó hace 3 años, nuestra organización ha logrado brindar nuevos espacios de atención que nos ayudan a dignificar la vida de esta población olvidada.