Ayudar a las personas es nuestra misión y uno de los grupos más vulnerables son los adultos mayores habitantes de calle. Por ello, de lunes a viernes, el “Comedor María es mi Madre” abre las puertas para brindar desayuno y almuerzo caliente a 120 abuelitos, gracias al apoyo incondicional de nuestros ángeles donantes y aliados que por más de 20 años nos acompañan en esta importante misión. Aunque nuestra ayuda puede ser un granito de arena, “nuestros eternos jóvenes” como el señor José Borbón, nos demuestran con sus sonrisas que lo que hacemos es lo que necesita el mundo.
Gracias a la doctora Lidia Zamora pasó de ser uno de los rescatados de nuestra fundación a ser uno de nuestros grandes colaboradores, sirviendo las comidas y limpiando las mesas del Comedor. El señor Borbón se merece toda nuestra admiración y agradecimiento, pues luego de superar un grave accidente decidió seguir ayudando y caminando con una sonrisa y con un rayo de esperanza en sus ojos. “Ofrecer lo que te han dado a los que todavía no lo tienen” parece ser la frase que tiene como bandera en su vida y nosotros sabemos que cumple esa frase cada día de su vida.
Y esta no es sino una de las muchas historias que tenemos para contar de los beneficiarios de los programas de Adulto Mayor de la Fundación Proyecto Unión, “Comedor María es mi Madre” y “Casa la Esperanza”. Porque todos merecemos una oportunidad para seguir adelante en nuestras vidas. Devolver esperanza y mejorar su calidad de vida será siempre nuestra misión, porque ese es el propósito de nuestra fundación.