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Gracias al compromiso social de SATENA, el día de ayer se logró el traslado desde Villagarzón Putumayo a Bogotá, del menor Julián Andrés de 11 años y su padre Camilo López, con el fin de adelantar el tratamiento médico requerido para tratar su neurofibromatosis. Este viaje que lo venían realizando por tierra dura dos días y dadas las condiciones de la  columna del pequeño Julián, era largo y extenuante, pero gracias a la unión de esfuerzos, hoy ya se encuentra cumpliendo su cita de neurocirugía en el Hospital San Ignacio y durante esta semana se reunirá con un grupo interdisciplinario de  especialistas  quienes determinarán la fecha para su cirugía.

Julián un niño alegre, oriundo de Mocoa, al que le encanta montar en bicicleta y jugar fútbol, cursa segundo de primaria, pero debido a su enfermedad tuvo que parar este año sus estudios. Uno de sus grandes sueños se cumplió ayer ya que nunca había montado en avión y por fin se hizo realidad, de la emoción no tuvo tiempo de dormir, pues estuvo una hora y veinte minutos que dura el trayecto, despierto, observando desde la ventana y grabándole a su mamá el video de una de sus mejores experiencias. Él se encuentra muy feliz y agradecido, al igual que su padre Camilo, quien se desempeña como conductor y despachador de una ferretería en Mocoa, por esta gran oportunidad que les brindó SATENA de venir a cumplir sus citas y regresar en su vuelo, el próximo domingo a casa.

Gracias a la unión de esfuerzos de grandes instituciones como SATENA, que a través de su servicio de transporte aéreo integra el país, a nuestro aliado incondicional, el Hospital San Ignacio, por la atención en salud, el apoyo a las necesidades básicas de niños enfermos que brinda el Programa para el Desarrollo Integral de la Infancia y la Fundación Proyecto Unión, estamos devolviendo esperanza a la vida del pequeño Julián.