El mejor legado que le dejó su mamá, fue la enseñanza de confección de ropa a Consuelo Morales, quien hace algunos años fue diagnosticada por una compleja enfermedad y no podía seguir desarrollando este oficio. Esto hizo que ella empezara a buscar desde hace algún tiempo una fundación en donde se pudiera sacar el mejor fruto a las máquinas de coser, pero con la situación actual fue complicado. Gracias a una amiga del grupo EMAUS, llegó a Casa de los Ángeles, de la Fundación Proyecto Unión en Tocancipá, allí encontró el lugar ideal para que las mamás provenientes de diferentes lugares del país, que pasan por momentos difíciles, con sus hijos enfermos, pudieran despejar su mente, optimizar el tiempo y mejorar su calidad de vida, mientras sus hijos adelantan tratamiento médico en la capital.
Consuelo, junto a su hermano Fernando Morales, Alirio Delgado y Beatriz Latorre su cuñada, se reúnen cada diciembre para hacer algo especial que logre impactar a las comunidades más vulnerables. Así es como cada año encuentran a quien ayudar, este año no solo donó sus máquinas sino que tiene pensado brindar, de la mano de dos amigas la enseñanza a las mamás ,”yo quiero llenar las expectativas de ellas, enseñarles a coser y a tejer, eso les servirá no solo como terapia, sino que las hará sentirse útiles, generando un recurso, mientras enfrentan la enfermedad de sus hijos”, expresó Consuelo, quien sabe aprovechar muy bien ese motor de esperanza que lleva dentro para impulsar cada día a más corazones que trabajen por los demás.
Este año, visitaron a las familias beneficiarias de Casa de los Ángeles, compartieron con detalles navideños, esta linda época y además estuvieron en el Hogar Santa Rita de Cascia, en donde dejaron una huella muy grande gracias al significativo aporte a la nutrición de los niños y dejaron hermosas pijamas para ellos. El corazón bondadoso de este gran equipo de personas, ha logrado cambiar la vida de aquellos seres que enfrentan la adversidad, siendo un verdadero ejemplo para la sociedad.
