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Cuando se proponen alcanzar una meta que beneficia a seres humanos en condición de vulnerabilidad, en este caso, 62 niños que por alguna razón no tienen a sus padres y enfrentan enfermedades de alta complejidad, el objetivo se tiene que lograr, sobrepasando todas las barreras. Esa fue la enseñanza que dejó “Mariotas”, un grupo de 15 mujeres que entregaron su legado a los niños del Hogar Santa Rita de Cascia de la Fundación Proyecto Unión.

Este grupo, se unió desde agosto en torno a una causa que fortalece la calidad de vida de los niños, ellas realizaron varias actividades para recoger los fondos necesarios para adquirir 2 secadoras que se requerían en la lavandería y una importante dotación de pañales. Lorena Zuluaga, la capitana del grupo, afirmó: “la principal motivación es el dar, dejar una huella que vaya en pro de la misión, los niños nos enseñaron lo valiosa que es la vida, lo afortunados que somos y lo importante de agradecer cada día por lo que tenemos”.

El día de la entrega del legado, este grupo tan comprometido, se dedicó a compartir su alegría y sentimientos de amistad con todos los niños del Hogar Santa Rita de Cascia, la misión de sembrar la semilla del dar a otros se cumplió, no solo en los corazones de las integrantes del grupo sino de quienes las rodean. Gracias a Mariotas por dejar su huella en nuestro hogar.