Hoy fue un día muy especial para toda la comunidad Proyecto Unión, 6 niños del Hogar Santa Rita de Cascia recibieron el sacramento del bautismo y 2 de ellos realizaron la primera comunión. Este gran regalo para sus vidas cristianas se planeó hace algunos meses con la asesoría espiritual del Hospital San Ignacio y el equipo psicosocial de la fundación, haciendo parte de las diferentes actividades inclusivas que se realizan al interior de nuestra organización.
La ceremonia a cargo del Padre Oscar Rodríguez, Diácono permanente adscrito a la Basílica de Nuestra Señora de Lourdes, contó con flores, coro, velas y todos aquellos pequeños detalles que la hicieron muy especial, gracias al apoyo de nuestros ángeles voluntarios.
Uno de los aspectos más representativos de la ceremonia fueron los padrinos, todos miembros de la familia Proyecto Unión. Gina Ovalle, madrina de uno de los niños, quien se desempeña como asistente para la primera infancia, afirmó: “Decidí ser la madrina de este angelito porque conozco su proceso desde muy pequeño, cuando llegó al hogar. Espero ser su bastón, esa herramienta de apoyo que va a tener por siempre”.
Mauricio Quintero, integrante del equipo de Desarrollo Institucional y padrino de una de las niñas bautizadas manifestó: “Con ella tengo una conexión importante, conozco su proceso desde que llegó a la casa, ser padrino es un formalismo, yo me siento el padrino de todos los niños, pero hoy quiero decirle a ella: aquí estoy presente y te voy a cuidar”.
Alba Alarcón, integrante del equipo de Servicios Generales, asumió su rol de madrina de uno de nuestros niños bautizados, porque siente un cariño muy especial hacia él y desea brindarle cosas buenas y cuidarlo hasta que Dios la tenga con vida.
De otra parte, Iván Rondón Triviño fue quien tuvo a su cargo la preparación para los niños de Primera Comunión y los padrinos, cumpliendo su labor como asesor espiritual, acompañándolos emocional y espiritualmente. Gracias a la estrecha relación con la Fundación, el año pasado el Hospital San Ignacio decidió abrir un espacio para realizar ese acompañamiento y dar catequesis.
Hay muchas razones por las que alguien escoge a los padrinos y madrinas de un niño, pero en esta oportunidad ese rol fue escogido por ejemplares seres humanos de nuestra comunidad, quienes decidieron demostrar su afecto y compromiso, para entregar un regalo de fe, de forma cercana y sincera, acompañando la vida espiritual de sus pequeños ahijados.