Skip to main content

Con una gran sonrisa y muchos aplausos recibieron los abuelitos del “Comedor María es mi Madre” a la señora Mireille de Cáceres, en compañía de sus hijos y nietos, quienes viven en el exterior y que aprovecharon sus vacaciones en Colombia para compartir el valor de la solidaridad a través de un delicioso almuerzo y un lindo detalle elaborado por ellos, para cada abuelito y abuelita quienes asisten diariamente a este comedor.

Así como para Matilde, la nieta que vive en Canadá se dedicó a vender limonada después de salir de su colegio, para recoger fondos para esta importante actividad, los cinco hijos de Mireille le siguen sus pasos transmitiendo a sus hijos esas enseñanzas tan valiosas como lo es el compartir con los más necesitados.

En esta ocasión los integrantes de la familia Cáceres cumplieron su deseo de servir y se llevaron un hermoso recuerdo de parte de los abuelitos quienes les dedicaron hermosos poemas, palabras y gestos de gratitud. Asimismo, visitaron las instalaciones del «Centro de Vida» en Tocancipá, donde conocieron a los niños que actualmente viven en la sede. La jornada comenzó con entusiasmo, mientras todos se unían en una serie de actividades lúdicas que fomentaron la convivencia y la alegría. Los niños, junto con los miembros de la familia, participaron en una animada sesión de pintura y como cierre, en un gesto profundamente simbólico, todos los integrantes de la familia Cáceres colocaron un ladrillo en la obra en desarrollo, el “Hogar Amparo Quin”.

Nuestro mayor legado para las nuevas generaciones es enseñarles a ver el mundo con ojos de generosidad, abrir el corazón para ayudar a los más vulnerables y ser multiplicadores de buenas acciones es el camino hacia un futuro mejor. Agradecemos de corazón a la familia Cáceres por su visita y por ser ángeles donantes que con su solidaridad están transformando la vida de nuestros niños y abuelitos beneficiarios.