En este mundo hay personas que nos enseñan el verdadero significado del amor y la dedicación, Patricia Escarraga es una de esas personas extraordinarias que ha encontrado su misión en la vida: cuidar y apoyar a su hija Tania de 14 años, quien padece de parálisis cerebral espástica. Aunque enfrentan grandes desafíos, juntas han demostrado que no hay límites cuando se trata de amor incondicional.
Todo comenzó cuando Patricia, quien adelantó estudios como auxiliar de enfermería y vive en el municipio de Zipaquirá, se dedicaba exclusivamente al cuidado que requería su hija en casa. Debido a las necesidades, comenzó a trabajar en el área de gestión gastronómica de la Fundación aliada “Parque Jaime Duque” y dejaba a su hija al cuidado de la abuelita, fue allí donde su historia llegó a oídos de la Fundación Proyecto Unión, que resalta y apoya las historias de vida de aquellos seres valientes e inspiradores como este. Una vez se conoció del caso la fundación la remitió al servicio de terapias que se brinda en la sede del “Centro de Vida” en Tocancipá, donde Patricia y Tania conocieron a Lilian Beltrán, Fisioterapeuta, quien evaluó cuidadosamente el caso y comenzó el tratamiento de las terapias que requería la paciente, desde el mes de septiembre de 2022.
Una vez se conocieron las cualidades y capacidades de Patricia la fundación decidió abrirle las puertas de la organización para unirse a la gran familia Proyecto Unión, ella aceptó con gratitud y desde el mes de mayo trabaja como cuidadora en el Centro de Vida, el mismo lugar donde Tania recibe sus terapias. Esta decisión es un testimonio del compromiso y amor de Patricia hacía su hija y nos enseña que su camino como madre no termina nunca, sino que le da la oportunidad de extenderlo para el cuidado y apoyo de otros niños en situaciones similares.
La vida le ha cambiado mucho a Patricia, quien manifiesta que su vida se solucionó y se encuentra muy contenta y agradecida, ya que ahora puede trabajar al lado de su hija, además que tiene la oportunidad de que ella reciba las terapias sin ningún costo, gracias al programa de terapias de la fundación. La labor de esta madre en la fundación ha sido destacable, su presencia en el programa ha creado un ambiente especial ya que gracias a su seguridad y experiencia ella puede compartir su experiencia con otros padres y cuidadores.La dedicación y empatía hacia los demás ha inspirado a todos los que la rodean, recordándoles que siempre hay esperanza y fe, incluso en los momentos más difíciles.
Hoy queremos resaltar la labor de Patricia como madre ejemplar y como un faro de luz para todos los miembros de la organización. Su historia nos enseña que el amor y la determinación pueden superar cualquier obstáculo, nos inspira a ser más compasivos, a enfrentar nuestras propias adversidades con valentía y a buscar oportunidades para ayudar a aquellos que lo necesitan.
