Skip to main content

Después de cuatro años de ser beneficiarios de “Casa de los Ángeles,” una de las sedes de la Fundación Proyecto Unión, que cumple la misión de ser un hogar lejos de casa para niños con enfermedades complejas, llegó el momento en que Dylan, un niño de 9 años que padece Atrofia Espinal tipo 1 y su abuelita Estela decidieron abrir sus alas y emprender un nuevo camino junto a su familia.

En la sede del Centro de Vida, en Tocancipá, en donde funciona Casa de los Ángeles, compartimos momentos maravillosos junto a ellos; Dylan, por su parte siempre fue un niño feliz que irradia energía positiva a su alrededor, nos demostró cada día su valentía y coraje para recuperarse, al lado de su abuelita Estela, un ángel que nunca lo desamparó ni perdió la esperanza de volver a verlo sonreír y comer.

A lo largo de su estancia, se forjaron lazos de afecto, apoyo mutuo que fueron una inspiración para todo el equipo de la fundación, pues a pesar de los desafíos que la vida puede presentarnos, siempre hay espacio para el amor y la esperanza. Gracias a todos los colaboradores, voluntarios y donantes, que acompañaron a esta familia durante todo su proceso, por el tiempo, amor y recursos que hicieron posible que se sintieran amados y apoyados en todo momento.

Este capítulo en la vida de Dylan y su abuelita Estela es solo el comienzo de una nueva etapa llena de emocionantes aventuras y experiencias. Les deseamos lo mejor en su nuevo hogar y confiamos en que su amor y espíritu valiente seguirá guiándolos en cada paso que den. Las puertas de Casa de los Ángeles siempre estarán abiertas para estas familias que enfrentan la adversidad, el tiempo que sea necesario. ¡Que sus alas les lleven a lugares maravillosos!