Francisco Luis Zuluaga, no solo es un profesional dedicado a la elaboración de ortesis y prótesis que brindan la oportunidad de funcionalidad y recuperación de una parte del cuerpo que lo necesite, sino que también es un ángel voluntario y donante de la Fundación Proyecto Unión.
Este ortesista y protesista graduado en la Universidad Nacional de General San Martín, lleva 30 años realizando esta importante labor, trabajó en el Roosvelt y apoya a fundaciones a nivel nacional, actualmente tiene una empresa familiar, el “Centro Técnico Ortopédico” en donde fabrican este tipo elementos y a pesar de que por las condiciones impuestas por el INVIMA no logró las licencias para sacar los productos a mitad de precio, sin tener que importar los materiales, su objetivo siempre va orientado a mejorar la calidad de vida de sus pacientes.
Hace 24 años se conoció con la docente Odeth Torres, quien lidera la práctica de fisioterapia en el Hogar Santa Rita de Cascia y gracias a esa valiosa relación y el deseo de ayudar de ambos profesionales, varios niños como Ana, Camilo y Linda disfrutan ahora de elementos tan importantes como sillas especiales e inmovilizadores que les ayudan a mejorar su calidad de vida.
Además de facilitar el acceso de estos elementos a precio de costo, Francisco dona la mano de obra y actualmente está apoyando la elaboración de prótesis para dos pacientes adultas amputadas, quienes llegaron a la Fundación en busca de ayuda y ahora son beneficiarias. Gracias al compromiso y la generosidad de estos voluntarios y donantes profesionales que ponen sus conocimientos al servicio de los más necesitados, es posible transformar la adversidad de muchas personas que presentan pérdidas parciales y/o totales de una parte del cuerpo y que requieren ese soporte, así como la rehabilitación de su movilidad, que les ayudará a mejorar sus vidas.