La musicoterapia es el “Empleo de la música con fines terapéuticos, por lo general psicológicos”, afirma la Real Academia Española (RAE) en su diccionario. Para poderlo poner en práctica en nuestra comunidad de niños, los músicos Ángela María Monroy y Andrés Buitrago, apoyan a los niños de la Fundación Proyecto Unión, usando la música como instrumento de acción.
20 niños y sus familias asistieron al taller de musicoterapia en el Hogar Casa de los Ángeles, un hogar lejos de casa, donde niños con enfermedades complejas viajan con su familia a recibir tratamiento en la capital y se hospedan en nuestro hogar ubicado en el Ecoparque Sabana de Tocancipá.
La estimulación es fundamental para ayudar en el desarrollo físico, intelectual y social de todas las personas. Por medio de la tecnología, los instrumentos, la voz y el compartir, se logran grandes cosas para enseñar coordinación, memoria, trabajo en equipo y respeto, y de esta manera satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. Exponer a los niños a distintos estilos de música hace parte de la musicoterapia neurológica, la cual es base del trabajo de Ángela y Andrés.
Hace poco más de un año, Andrés es voluntario en el Hogar Santa Rita de Cascia. Actualmente adelanta dentro de su tesis de grado en la maestría de musicoterapia en la Universidad Nacional, una investigación sobre el impacto y el alcance de intervención a través de instrumentos musicales por computador, con el fin de que los niños puedan interactuar y mejorar su estimulación motora. Desde que comenzó la investigación, Andrés ha visto el cambio que su terapia le brinda a los niños de la Fundación Proyecto Unión y es por eso trata de hacerlo de manera constante para ayudarles en su desarrollo al ritmo del amor musical.