Nuestra Casa de Los Ángeles busca ser un lugar de apoyo para muchas familias que están pasando por una situación complicada al tener a un pequeño de su familia que lucha con una enfermedad difícil de manejo. Y, precisamente, la familia Palmar, quienes emprendieron un largo camino desde Venezuela, encontraron en la Fundación Proyecto Unión un lugar de esperanza.
Daniela Palmar, su esposo y su pequeña Carolina, de 9 años, llegaron a Colombia hace casi 3 años en busca de mejores oportunidades, como lo han hecho ya miles de personas del vecino país. Después de pasar por ciudades como Barranquilla y Cali, finalmente llegaron a Tocancipá, donde se establecieron nuevamente. Una vez allí, Carolina regresó al colegio y Daniela junto a su esposo empezaron a trabajar para poder sostener a su familia.
Sin embargo, empezaría una de las épocas más difíciles para ellos, como lo describe la misma Daniela. Carolina sufrió un accidente en el colegio debido a la osteogénesis que padece (también conocida como ‘huesos de cristal’), una enfermedad que provoca que sus huesos se fracturen fácilmente. Sin tener los recursos para el tratamiento, empezaron a buscar alternativas para poder atender las complicaciones de Carolina.
Es así como en mayo de 2019 la familia Palmar llegó a Proyecto Unión, en donde, como asegura Daniela, encontraron “buenos tratos y tanto amor, que los ánimos nos cambiaron para mejor”. Para ella, los diferentes tratamientos que ha recibido Carolina han significado una gran mejoría en su estado físico y emocional, pues sesiones de musicoterapia y psicología la han hecho una niña feliz.
Para Daniela existieron momentos que recuerda con tristeza, pues no veía soluciones cercanas en su momento, pero también recuerda con gratitud los momentos que vinieron después. “Hay que tener fe”, dice ella, “pues aunque el camino parezca muy oscuro, siempre habrá personas que están ahí dispuestas a ayudarnos”.