Este programa nació en el año 1997 con el Padre Ray Shambach en el Hogar San Francisco de Asís y su equipo de voluntarios en Usaquén.
Actualmente está ubicado en la zona de Chapinero, en donde se brinda atención integral a un promedio de 60 niñ@s y adolescentes bajo la protección del ICBF, que en su gran mayoría han sido abandonados por su familia en los hospitales por sus discapacidades cognitivas y físicas, diferentes enfermedades de difícil manejo, como síndromes genéticos, parálisis cerebral, enfermedades cardiopulmonares, hepáticas, renales entre otras.
Buscamos restituirles todos sus derechos vulnerados de la mano de un equipo de trabajo multidisciplinario en las áreas de medicina, nutrición, psicología, trabajo social, terapia física, respiratoria, ocupacional, odontología, educación especial, cuidados permanentes de enfermería. Respaldados del equipo administrativo, logístico y de servicios generales que nos ayudan mejorar la calidad de vida y recuperar la esperanza de vivir con amor dentro de una nueva familia.
Somos los únicos que protegemos y cuidamos 24 horas al día, 365 días al año a más de 60 niñ@s con enfermedades de alta complejidad. Recuperamos su esperanza y calidad de vida procurando siempre la reintegración con su núcleo familiar. Contamos con un centenar de practicantes universitarios de diferentes disciplinas que asisten diariamente al hogar a poner en práctica sus conocimientos y apoyar las labores de nuestros profesionales. El valor agregado en cada rincón del hogar se lo ponen un numeroso grupo de jóvenes de diferentes colegios de la capital quienes adelantan su servicio social en el hogar, sumados a ángeles voluntarios, voluntarios internacionales y voluntariado corporativo, entre otros, quienes están transformando la realidad de hacer visibles los niños invisibles.
Este maravilloso lugar también hace parte de los sueños en construcción del Centro de Vida los Ángeles en Tocancipá. En 2018 se comenzó la obra del que será su nueva sede, el “Hogar Amparo de Ángeles” en los terrenos donados por el Parque Jaime Duque, con capacidad para albergar a más de 100 niños de todo el país o extranjeros que lo requieran.
