Una de las satisfacciones más grandes para el equipo de ejecutivos de Boehringer, quienes en calidad de voluntarios visitaron a los niños del Hogar Santa Rita de Cascia, la semana pasada, fue el recibir una sonrisa, un abrazo o una frase a cambio de donar un poco de su tiempo.
“Es una oportunidad muy grande ya que uno tiene mucho que dar”, manifestó Esperanza González, Gerente de Sistemas, una vez concluidas las actividades de recreación, alimentación, manualidades, organización, limpieza y hasta de celebración con ocasión del día de la mujer, en donde todos participaron activamente. Esta experiencia de convivir con niños con discapacidad y sus cuidadores durante dos días logró hacer un alto camino en la vida de estos grandes seres humanos, profesionales sencillos y alegres de Boehringer, quienes pudieron desconectarse un rato de su trabajo para valorar lo que tienen y entregar amor.
Este voluntariado corporativo se ha venido fortaleciendo desde el año pasado cuando toda la compañía visitó nuestra sede de Centro de Vida, en Tocancipá con el fin de realizar actividades con los niños y en pro del medio ambiente.
“Realmente uno cree que viene ayudar y son los niños quienes nos ayudan”, expresó Iván Moreno, Gerente de Especie, ese mismo sentimiento lo vivieron Cindy Morales, Dalia Espinoza y Carlos Argota, quienes no solo se llevaron un gran aprendizaje y el corazón lleno de amor, sino que extendieron la invitación para poner en acción ese deseo de ayudar, para transformar vidas.