Como caídos del cielo llegaron mantas, gorros, mitones a los abuelitos beneficiarios de Casa de la Esperanza, para aliviar el frío capitalino, gracias al proyecto de servicio social de tejido solidario del Colegio Anglocolombiano, con apoyo del grupo de tejido La Tejesion y las tejedoras de la Manta de la Solidaridad.
La unión de la comunidad, jóvenes, madres, abuelos, profesores y vecinos, quienes se propusieron hace algunos meses tejer cuadros que luego fueron unidos por parte de las tejedoras de la manta, dieron como resultado 50 kits, que fueron entregados por parte de. Ana Osorio y Nora Hilarión, de la Tejesion y Carmenza Kafarela directora de la Manta de la Solidaridad.
Abrazos y gestos de gratitud llenaron de alegría cada rincón de esta casa, que por más de dos décadas ha brindado una cama limpia, alimentación y un techo digno a los abuelitos que vivían en las calles del centro de la capital.
Gracias a esta iniciativa solidaria que hace posible que a través de un tejido hecho con pasión, se unan muchos corazones en torno a una causa social que es capaz de devolver esperanza e impactar la vida de los adultos mayores en condición de vulnerabilidad de la capital.