Muy temprano y caminando llegaron al Hogar Santa Rita de Cascia, Samuel, Sandra y Yenmis Tamara con sus tijeras, máquinas de corte y secador de cabello a realizar una jornada de peluquería. Sandra y Samuel, estilistas de profesión vienen por segunda vez a la casa, con el fin de poner sus habilidades al servicio de los niños.
Hoy la fila estuvo larga, mientras Sandra cortaba a las niñas, expresaba su alegría por poder dar a los demás, ella afirmó : “En vez de hablar, es mejor dar, sin esperar nada a cambio”. Para Samuel lo mejor es poder compartir con ellos,” es la primera vez que trabajo con este tipo de población y eso me hace sentir bien “.
Como desde el año pasado no se les cortaba el cabello a los niños, la jornada comenzó por los niños grandes, pero continuará el próximo martes con los bebés. Esta ejemplar familia que trabaja todos los días en un salón de belleza y que el único día de descanso, lo dedican a ayudar a los demás, llegó a la fundación gracias a una ángel voluntaria que los contactó. Ellos están tan comprometidos que ofrecieron sus servicios para realizar próximamente una jornada de peluquería con los abuelitos benefactores de la Fundación Proyecto Unión.